El canciller de Honduras, Eduardo Enrique Reina, afirmó que Honduras “cumplirá” con el respeto y protección de los derechos humanos de los hondureños, incluyendo los de los reclusos durante la intervención de las cárceles anunciada por la presidenta, Xiomara Castro.
“El Gobierno de Honduras cumplirá con la ley y compromisos internacionales de velar por el respeto y protección de DDHH, de todo el pueblo hondureño. Manteniendo un equilibrio con la lucha directa contra el crimen en todas sus manifestaciones incluyendo los centros penales”, subrayó Reina en un mensaje en Twitter.
El canciller se pronunció así en reacción a un comunicado divulgado este domingo por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (Oacnudh), en el que pide al Estado tomar “medidas urgentes” para garantizar la seguridad de los reclusos tras los últimos tiroteos registrados en cuatro cárceles de país centroamericano que dejaron un muerto y una decena de heridos.
La Oacnudh indicó que los episodios de violencia en las cárceles de Honduras evidencia “la deficiencia estructural en materia de hacinamiento, gestión penitenciaria y garantía de seguridad integral de las personas privadas de libertad”.
Reina coincidió con la Oacnudh en que “hay un problema estructural de años de ineficiencia a resolver con urgencia” en las cárceles de Honduras, donde son frecuentes los tiroteos, los motines y el decomiso de armas.
“Por ello la decisión de la Presidenta @XiomaraCastroZ de atender este tema de manera puntual con una visión y enfoque que incluye además los DDHH, pero la firmeza para resolverlo”, subrayó.
La mandataria hondureña anunció este domingo una intervención “dura” de los centros penales de su país y se espera que este día anuncie las “primeras medidas de emergencia”.
“La intervención será dura, pero respetuosa de la humanidad de los encausados, sus familiares y defensores. El crimen se combate desde la prevención no solo con el castigo”, señaló Castro en una serie de mensajes en Twitter.
Agregó que su Gobierno pondrá “mano dura y orden en las cárceles, hasta transformarlas en Centros Penales de rehabilitación, no en escuelas de crimen y tortura como lo que he heredado”.
En las cárceles de Honduras impera la sobrepoblación y el hacinamiento, la falta de instalaciones físicas adecuadas y seguras para el alojamiento de los reclusos, las condiciones de higiene y salubridad son deplorables.