Más de 95,000 jóvenes que habitan en zonas rurales de Honduras no logran culminar la educación básica y abandonan su preparación en III de Ciclo Común.
Entre las causas del aislamiento de las escuelas son: trabajar en la agricultura, área de la construcción o pesca; en otros casos, buscan migrar de forma ilegal hacia Estados Unidos.
Según datos de la Secretaría de Educación, el promedio de matrícula en el casco rural del país oscila en más de medio millón de estudiantes, habiendo mayor afluencia en las áreas de Básica I Ciclo, con 203,963 jóvenes, Básica II Ciclo (150,137), Prebásica (118,541) y Media (31,406).
Las cifras se derivan del 53.7% del total de las aldeas que hay en el país, es decir, una cobertura de 2,007 zonas vulnerables que tendrán que ser intervenidas por Educación y Red Solidaria.
Para la intervención escolar en estas regiones, priorizarán los proyectos que han sido plasmados para el 2023, como ser: aplicar el programa de alfabetización, asegurar la merienda escolar, implementar la matrícula gratis y abastecer a los centros educativos.
“Debemos ampliar el tercer ciclo, porque en estas aldeas llegan hasta sexto grado y después no les ofrecemos nada. Cuando logremos insertarlos nuevamente, vamos a otorgarle becas y atención integral”, aseveró Marissela Figueroa, ministra de Red Solidaria.
La deserción escolar en el país se encuentra actualmente en un 2.73%, según la matrícula alcanzada.
Más de 10,200 niños abandonaron clases en 2022
La falta de estrategias para combatir el abandono escolar por parte del gobierno de la presidenta Xiomara Castro está causando que más niños y niñas se retiren de las aulas de clases y no regresen.
De acuerdo con el investigador y coordinador del Observatorio Educativo de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), Mario Alas, en el 2022 habían más de 600,000 menores de entre 5 y 17 años fuera del sistema educativo hondureño, por lo que es necesario crear estrategias que permitan la reinserción.
Esa cifra representa el número de niños y niñas que no lograron ingresar a un centro educativo en 2022; sin embargo, de los que lograron entrar, más de 10,000 abandonaron las aulas.
Los datos de la Secretaría de Educación señalan que hasta el 21 de agosto de 2022 se retiraron del sistema 10,288 menores, lo que representa el 0.56% de la matrícula total nacional.
Los departamentos de Islas de la Bahía y Yoro representan las tasas más altas de deserción (1.45% y 1.06% respectivamente).
En Yoro la matrícula es de 123,557 y desertaron 1,315; en Islas de la Bahía la matrícula es de 17,004 y 246 dejaron sus estudios.
Mientras que en Cortés se han retirado 1,925 menores de una matrícula de 326,376, lo que representa el 0.59% de los inscritos en el departamento.
En Francisco Morazán, de los 332,174 estudiantes abandonaron las aulas 1,275 (0.38%).
Los más de 10,000 alumnos que ya no regresaron a las aulas representan el 21.5% respecto al número de desertores del 2021, que fueron 47,859, según las cifras de Educación.
Más del 80% de los menores que abandonaron sus estudios son del nivel básica (de primero a noveno grado).