El gobierno de Honduras condecoró este lunes con la Orden Francisco Morazán, en el grado de “Gran Cruz Placa de Plata”, al embajador de España en Tegucigalpa, Guillermo Kirkpatrick de la Vega, quien está concluyendo su misión en el país centroamericano.
La ceremonia, a cargo del canciller, Eduardo Enrique Reina, se celebró en la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Honduras.
El diplomático español se destacó en Honduras por “la agilidad e interés con que desempeñó su gestión en los diversos proyectos que brindaba su gobierno, mismos que sirvieron para afianzar los lazos de amistad que unen a ambas naciones”, señaló la Cancillería.
Reina exaltó el trabajo del diplomático español en Honduras y dijo que jugó “un papel destacado” en el diálogo para superar la crisis en el país surgida por denuncias de presunto fraude en los comicios generales de noviembre de 2017, según las principales fuerzas de oposición.
“Con ello demostró su talante diplomático y confirmó el papel del Gobierno español en aras de restar distensiones a una Honduras desgarrada”, subrayó el canciller hondureño.
Además, es una muestra de que “siempre podemos contar con España, con la que tenemos lazos indestructibles y que nos proporciona con generosidad una cooperación eficaz y multiforme”, señaló.
Los hondureños tienen “motivos de sobra para estar agradecidos con España, que juega un papel constructivo en el plano internacional”, y es un país “donde se acogen a decenas de miles de compatriotas que han encontrado allí empleo, bienestar y futuro”, subrayó Reina.
Kirkpatrick de la Vega apoyó a través del diálogo las reformas electorales en Honduras, para que “el pueblo de Honduras eligiera su destino y que dio lugar al Gobierno que está ahora, con la presidenta Xiomara Castro, un Gobierno legítimo”, indicó la Cancillería.
Nacido en 1967, el embajador de España dijo que retornará a Honduras, país donde hace dos años nació su hija Jimena.
Muchos diplomáticos se van de Honduras prometiendo volver y nunca vuelven, “pero si hay alguien que va a volver soy yo: y la prueba es evidente”, expresó Kirkpatrick de la Vega, quien llegó a Tegucigalpa en octubre de 2017.
El diplomático, que es licenciado en Derecho e ingresó en 1992 en la Carrera Diplomática, se despidió de la nación centroamericana con la promesa de ser “embajador honorario en Honduras”.