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Los cuerpos de tres personas muertas a tiros fueron hallados el pasado domingo en una playa de la comunidad garífuna Travesía, de Puerto Cortés, en el Caribe de Honduras.
Los cadáveres, de dos hombres y una mujer, fueron descubiertos hoy por personas de la comunidad que llamaron a la Policía Nacional de Honduras.
Las víctimas fueron identificadas como Juan Carlos Cruz Oviedo, Mardin Giselle Espinal Flores y Junior Geovany Sánchez Alvarenga.
Agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar para resguardar la escena del crimen e iniciar con el levantamiento de indicios.
Dos de los fallecidos se conducían en una motocicleta que quedó tirada cerca de los cuerpos.
Esta es la masacre número 31 de este año en el gobierno de la presidenta de Honduras Xiomara Castro, que registra un promedio diario de entre diez y trece homicidios, según cifras oficiales.
Honduras, que tiene 9,5 millones de habitantes, acumula más de un centenar de homicidios solo en la modalidad de matanzas, según cifras del Observatorio de la Violencia (ONV) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Cuatro hombres, entre ellos un hijo del expresidente de Honduras Porfirio Lobo (2010-2014), fueron asesinados a tiros el jueves de la semana pasada en Tegucigalpa por supuesto pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS13) luego de que salían en dos automóviles de un edificio donde estuvieron en una discoteca.
El cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, calificó hoy de “crimen abominable” el asesinato de los cuatros jóvenes, y dijo que esa masacre debe llamar a la sociedad a “reflexionar” sobre que “Honduras no puede seguir así: polarizada por intereses mezquinos que van contra la voluntad de Dios”.
“No podemos seguir así, Honduras tiene que cambiar. Honduras debe reconciliarse y pensar en hacer el bien, es lo único que nos llevaremos al momento de presentarnos ante nuestro creador y redentor”, señaló Rodríguez.
