Según un estudio del Observatorio Universitario de la Educación Nacional e Internacional (Oudeni), de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) más de 800,000 hondureños no saben leer ni escribir.
Hasta el 2018 Honduras contaba con una taza de alfabetización de deficiente aceptable y se encontraba en el puesto 95 del ranking de alfabetización en el mundo, situación que cambió a partir del 2020 con la pandemia Covid-19.
Según informes, la pandemia afectó directamente la educación produciendo de esa manera un rezago escolar que tendrá como consecuencia elevar las tasas del analfabetismo.
Marco Tinoco, coordinador de la Carrera de Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, dijo que antes de la pandemia había más de un millón de personas analfabetas, cifras confirmadas en el estudio, con base en la Encuesta Nacional Permanente de Hogares para Propósitos Múltiples del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que se realizó a finales de 2018.
En el informe, indica que de los 6,246,419 hondureños encuestados, 799,215 no saben leer ni escribir, por lo tanto son analfabetas y esta cifra ha ido en aumento.
Asimismo, dijo que las medidas que adoptó el gobierno anterior para continuar con la alfabetización no fueron del todo exitosas, debido a que existe una gran cantidad de condiciones de desigualdad, conectividad a la red de internet por parte de los jóvenes y niños en situación de pobreza, quienes por falta de ingreso no pueden conectarse a las clases virtuales o actividades educativas que se planificaban.
Por su parte la Unesco, indica que en Honduras la tasa de alfabetización femenina es superior a la masculina, lo que no es en absoluto habitual. El 87.27% de las mujeres están alfabetizadas, frente al 87.14% de los hombres.
El panorama a corto plazo es que más personas van a terminar en el desencanto del estudio debido a la falta de posibilidades educativas, provocando una mayor deserción escolar en todos los niveles debido a la falta de oportunidades laborales que no permiten a las personas mejorar las condiciones de vida, siendo estas salidas que no promueven el potencial humano como la migración por la falta de oportunidades.