En un nuevo parricidio que causa conmoción en Honduras, un agricultor envenenó a su esposa e hija y luego se quitó la vida en la comunidad de San Isidro, en Opatoro, La Paz, zona central de Honduras.
Los cadáveres Martha López, Vanesa López y Juan López fueron ingresados a la Morgue del Ministerio Público (MP) en Tegucigalpa procedentes desde La Paz.
La tragedia sucedió después de las celebraciones de año nuevo, pero los cadáveres fueron encontrados hasta ayer, cuatro días después, luego que aldeanos de San Isidro, notaban que algo anormal ocurría en la casa de la familia López, entre los aullidos insistentes de los perros.
“Vimos que no había movimiento en la casa y cuando entramos vimos los tres cadáveres” dijo esta mañana uno de los pobladores cuando esperaban, junto a parientes de las víctimas, que les entregaran los cuerpos en la morgue de Tegucigalpa.
En ese sector de La Paz nadie se explica las razones que orillaron a esa fatal decisión pues los López parecían ser muy unidos dedicados a sus trabajos, de acuerdo con la versión.
Los reportes policial ya confirman en los primeros días del 2022 al menos seis víctimas mortales en constantes parricidios en diferentes sectores de Honduras, entre estos, el caso de un aciano que mató a su hijo en la aldea El Rosario, municipio de San Jerónimo, en el departamento de Copán.
En otro reporte, dos mujeres asesinaron a sus cónyuges, una en el municipio de Concepción de María y otra en El Triunfo, en el departamento de Choluteca y ahora este terrible suceso en San Isidro, en Opatoro, La Paz.