Hoy fue concretada la extradición del ciudadano hondureño Fredy Donaldo Mármol Vallejo, capturado el pasado 18 de agosto por un equipo de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), luego de emitirse una orden de captura en su contra y ejecutada en tiempo récord.
En ese sentido, un fuerte contingente de la ATIC trasladará al extraditable Mármol Vallejo hasta las instalaciones de la Base Aérea Hernán Acosta Mejía de Tegucigalpa, para cumplir el proceso y entregarlo a las autoridades del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Mármol Vallejo es acusado por una Corte Federal del Distrito Sur de Florida, por los siguientes cargos: primer cargo: conspiración para cometer ofensas relacionadas al lavado de activos, segundo cargo: conspiración para distribuir cinco kilogramos o más de una sustancia controlada, con el conocimiento, la intención y causa razonable de creer que dicha sustancia controlada sería importada ilegalmente a EEUU y un tercer cargo de: distribución de al menos cinco kilogramos de cocaína con el conocimiento, la intención y teniendo razones para saber que sería importada ilegalmente a EEUU.
Como se recordará, dos días después de su arresto, la ATIC, bajo la coordinación de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO), ejecutó la Operación «Maremoto», con la cual se cumplieron 19 allanamientos y 151 aseguramientos en Francisco Morazán, Cortés, Atlántida, Yoro, Colón, Islas de la Bahía y Gracias a Dios.
De esa acción se desprendió el aseguramiento de 25 bienes muebles e inmuebles, incluida su residencia en Palmeras de San Ignacio en Tegucigalpa, 24 sociedades mercantiles, cinco embarcaciones y 97 vehículos, ligados a testaferros del extraditable Fredy Donaldo Mármol Vallejo.
Mármol Vallejo se perfiló como uno de los máximos líderes de todo lo relacionado al tráfico de drogas a gran escala en Honduras, sobre todo después de la extradición del jefe del cartel del Atlántico Wilter Blanco condenado a 20 años de prisión en EEUU y con Sergio Neptaly Mejía Duarte condenado a cadena perpetua por una Corte de Miami por delitos relacionados al tráfico de drogas, con quienes mantuvo cercanas conexiones.
Con su entrega a la justicia norteamericana, se cumple el proceso de extradición, mismo que fue autorizado por un juez natural.