Un abogado fue ultimado a balazos este mediodía en el interior de una cafetería hasta donde se introdujo en un intento de escapar de sicarios en motocicleta en el barrio Guamilito en pleno centro de San Pedro Sula en la zona norte de Honduras.
La víctima es Eduardo Enrique Quiñónez Castellanos (54) corría desesperado de pistoleros que lo seguían por causas no establecidas. El profesional del derecho estaba comprando en una pulpería y cuando se percató de la presencia de los matones corrió herido en plena avenida sampedrana.
Bañado en sangre, Quiñónez Castellanos, se metió a la cafetería, pero los criminales tambiém irrumpieron en el negocio para rematarlo ante el pánico de los clientes. En ese atentado resultó herida una empleada de un banco, quien fue llevada hasta un centro asistencial, confirmaron paramédicos.
Un equipo de agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) se desplazó a la escena para proceder con interrogatorios y esclarecer esta nueva muerte violenta.
Eduardo Enrique Quiñónez Castellanos fue descrito por conocidos y amigos como una persona tranquila y humilde, por tanto no se explican porque lo mataron.
Datos del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), contabilizan 145 togados muertos a nivel nacional desde marzo pasado cuando inició la pandemia del COVID-19.
“Es una tragedia con la cantidad de abogados y abogadas muertos desde marzo cuando inició la pandemia hasta la fecha, 120 del año pasado y 21 solo en enero y febrero de este año. Nunca se había experimentado una situación de esta naturaleza”, condenó recientemente el presidente del CAH, Fredis Cerrato.