El encargado del Centro Experimental del tabaco en Comayagua, Denis Orellana, expresó que, gracias a Dios, la tormenta tropical Iota que azotó al país no afectó mucho a la industria tabacalera.
Las tormentas tropicales Iota y Eta, en su trayectoria por Honduras, provocaron muerte, lluvias, damnificados y destrucción en el campo. Sigue la alerta roja y miles de damnificados se encuentran en albergues todavía. Asimismo, más de 4 millones de personas resultaron afectadas por las inundaciones, deslaves y derrumbes. Hasta el momento van 16 fallecidos.
Orellana comentó que “gracias a Dios con la segunda inundación no tuvimos problemas muy significativos, aunque sí el río Humuya se desbordó, aunque el impacto que recibimos en esta ocasión fue en el relleno y no afectó la zona productiva”.
“No obstante, abajo en la parte colindante con el río si resultó afectada, pero en primera instancia lo que estamos haciendo es rehabilitar todo el sistema productivo, ya que los bancos de plasma han recibido algunos daños por la inundación”, comentó el dirigente.
Bancos
“Esos bancos nos proporcionan semilla para la propagación de plantas y por eso intentamos rehabilitar todos estos cultivos, los cercos y las áreas que quedaron inundadas para poder continuar con la parte investigativa y productiva”, aseguró.
“Pero gracias a Dios, las autoridades del gobierno central han estado de la mano con nosotros y pendientes de lo que sucede en todas las estaciones tabacaleras del país que han resultado dañadas”, señaló.
“Hemos visto la buena voluntad de todas las autoridades centrales de Tegucigalpa en rehabilitar estas unidades productivas, por lo que nosotros continuamos con estos trabajos para entrar a la parte productiva y a la investigación”, sostuvo.
La industria tabacalera hondureña fabrica más de 100 millones de puros de 230 marcas y todos son vendidos en el exterior cada año.