La paz y tranquilidad después de las tormentas retornó a la zona norte de Honduras en especial, sectores de La Lima, Omoa y Chamelecón en Cortés, con el descenso significativo de los ríos y el sol radiante que apareció en el cielo, luego de 25 días de permanecer anegados.
Pobladores salieron felices a limpiar el lodo de sus calles y avenidas, mientras conductores y pequeños empresarios buscaban pertenencias en buen estado, luego de todos estos días de inundación.
El Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) había adelantado que hoy miércoles empezarían a bajar las lluvias en el norte del país.
Las tormentas tropicales Iota y Eta dejaron tras su trayectoria por Honduras, muerte, lluvias, damnificados y destrucción en el campo.
Sigue la alerta roja, pero miles de damnificados están abandonando los albergues para empezar de nuevo. Cuatro millones de personas resultaron afectadas por las dos tormentas, mientras unas 90 fallecieron durante el paso de ambos fenómenos, de acuerdo con cifras oficiales.