Un nuevo albergue de casas portátiles donadas por Acnur, ubicado en la 33 calle de San Pedro Sula, fue ocupado ayer por las primeras 13 familias de las 48 que serán alojadas en este complejo después de que lo perdieron todo a consecuencia de la tormenta tropical Eta.
El complejo se encuentra en las cercanías del Estadio Olímpico Metropolitano y acogerá a 48 familias procedentes de otros albergues que ya están saturados de familias afectadas por las inundaciones en el Valle de Sula.
El ministro de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Max González, explicó que “con este grupo de viviendas se pretende dar un respiro a los centros de alojamiento que ya tienen muchas personas”.
Las casas portátiles donadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) cuentan con una cama, una cuna y un panel solar para la iluminación.
Explicó González que “fue montado frente al Estadio Olímpico para descongestionar los albergues de la Asociación de Ganaderos de San Pedro Sula, así como el de Expocentro, buscando que estas familias puedan estar incluso aisladas, para protegerse del covid-19”.
El funcionario informó que las primeras 13 familias fueron trasladadas hoy al nuevo albergue, pero se traerán 35 familias más en las próximas 24 horas, a las que además se les ofrecerá comida caliente, a sabiendas de que no tienen nada e incluyen niños, que pueden ser afectados por diversas enfermedades.
Entre los 48 grupos familiares que estarán en el complejo de la calle 33 hay residentes que perdieron todas sus pertenencias de municipios como Chamelecón, La Lima y Choloma.
El sistema de viviendas cuenta con baños y duchas portátiles, además de que se va a proporcionar agua en cisterna para las necesidades elementales.
Nos nos han dejado solos
Una de las familias que pasó al complejo de la calle 33, con procedencia de Expocentro, es la de Claudia Karina Rivas, una madre de 32 años y cuatro hijos que perdió “todo lo que había en la casa porque quedó sepultada dos metros bajo tierra luego de la crecida del río”.
“No me puedo quejar, no nos han dejado solos, nos han dado comida, ropa para los niños, pañales, leche, y hoy nos traen a este albergue en el que podemos estar más seguros con los niños”, dijo Rivas, mientras acomodaba sus cosas en la nueva estancia temporal para ella, su esposo e hijos.
También al complejo de la calle 33 llegó la familia de Chelsea Arely Rauda, con su esposo y tres hijos, quienes perdieron su vivienda en Choloma.
Con mucho pesar por haber perdido su vivienda, pero con la tranquilidad de tener a su familia completa, Rauda comentó que hasta el momento “hemos contado con el apoyo de muchas personas y del Gobierno”.
Recordó que “desde el día que salimos de la casa hemos tenido donde dormir; nos han traído primero al albergue de Expocentro y ahora a este complejo donde las familias podemos tener un poco de mayor comodidad”.
Lo mismo dijo Santos Samuel Castro, un motorista de bus de La Lima, quien está albergado con su esposa y tres hijos, quien señaló que “ahora por lo menos tenemos un espacio en el que estamos solo nosotros”.
Castro reconoció que “la ayuda nos ha llegado de diferentes personas y el Gobierno nos ha traído a este lugar en el que hoy nos sentimos más seguros por el tema del covid, porque en la vivienda estamos solo los de la familia”.
El complejo de la calle 33 estará totalmente ocupado mañana, cuando lleguen las otras 35 familias de los albergues que han presentado mayor saturación de personas en los últimos dos días.