El migrante hondureño José Herminio Juárez confesó hoy que aún se encuentra varado en Tapachula, México y lo peor de todo sin dinero para sufragar gastos de comida y alojamiento.
“Me robaron el teléfono en Tapachula, aquí estoy todavía. Mas bien un amigo que vino de Honduras me regaló este teléfono, estoy recuperando los números”, indicó Juárez a un amigo por la internet, “El Profesor”.
Quienes conocen ese duro camino, aseguran que Juárez no ha recorrido siquiera el 10 por ciento de la travesía, pues Tapachula está situada en la Región del Soconusco, en la Costa Sur del estado de Chiapas, México en la frontera con Guatemala
“No he podido avanzar realmente está duro esto”, agregó el hondureño originario de La Unión, Lempira en el occidente de Honduras donde se dedicaba a sembrar frijoles y maíz en temporada de primera y postrera.
Herminio Juárez recordó en tono molesto que “debido que me habían robado el teléfono, se inventaron que yo estaba secuestrado, jodiendo a la gente”.
“Por ahorita estoy bien con un amigo que me apoya, solo una señora y El Profesor me mandaron cien dolares, son las únicas, de allí nadie más”, reveló
El hondureño confesó que “yo me arriesgué porque la gente decía que me iba ayudar a darle para arriba, una vez llegando a México, pero nada”.
“No he podido encontrar trabajo aquí, no se como hacer, sin dinero vieran”, concluyó José Herminio Juárez.
La fría y lluviosa madrugada del 1 de octubre, el catracho de apariencia sencilla, salió en caravana de migrantes desde San Pedro Sula, en la zona norte de Honduras y dos días después, la noticia en La Unión es que había llegado a Tapachula.
Sin embargo, ya va a cumplir un mes en ese mismo sitio, sin mayores opciones de avanzar, entre promesas de una visa humanitaria que aun está en trámite.
En el 2018, José Herminio Juárez saltó a la fama al casarse con la joven hondureña Wendy Tejada en una historia de amor mediática que acaparó durante meses la atención y se hizo viral en redes sociales.
La relación no duró mucho tiempo y Wendy, con meses de embarazo, producto de la relación con Juárez, emigró a los Estados Unidos, donde resultó favorecida con un asilo.