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El Hospital Materno Infantil en Tegucigalpa se convirtió en el último refugio de un pequeño de dos años, quien murió hoy tras librar una lucha por su vida a causa de golpes internos que recibió de su “padre”, según investigaciones de fiscales de Danlí, El Paraíso donde ocurrió el parricidio.
La policía capturó a Roousvelth Antonio Rodríguez Salgado, acusado de ejercer violencia extrema en perjuicio del infante hasta provocar su ingreso hospitalario para asistencia médica.
Apenas dos años de vida bastaron al pequeño para conocer las malas acciones de su progenitor, ya que, según relatos de la madre del pequeño, el detenido “es un hombre muy violento y constantemente agredía al niño”.
El testimonio de la dolida madre más otros indicios sirvieron para sustentar el requerimiento fiscal presentado por los fiscales en contra de Rodríguez Salgado por los delitos de parricidio y maltrato familiar agravado en perjuicio del menor de dos años y violencia contra la mujer y maltrato familiar agravado, en perjuicio de su compañera de vida.
Las actuaciones de los fiscales de turno se sustentan en la investigación efectuada por elementos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y cuyos detalles, en atención a lo dispuesto por la Ley no se revelan por tratarse la víctima mortal de un menor de edad.
No obstante, se presume la responsabilidad penal de Rodríguez Salgado luego que facultativos indicaran que el pequeño pereció por una falla ventilatoria secundaria, trauma encéfalo craneal severo, edema cerebral y fallas multiorgánicas a consecuencia de lesiones inferidas por su propio padre.
Por lo anterior, la Fiscalía en representación de los intereses generales de la sociedad y particularmente del niño y su madre presentó la acción penal pertinente y solicitó al juzgado competente en la respectiva audiencia de declaración de imputado se dictara contra éste la medida de detención judicial, la cual, por la gravedad de los hechos fue dictada en contra del acusado, medida que debe cumplir en el centro penal de “La Tolva”.
El MP en el contexto de este nuevo caso de violencia extrema en contra de grupos vulnerables hace un llamado a la población en general, particularmente a mujeres, niños, niñas y adolescentes en el sentido de denunciar oportunamente cualquier manifestación de violencia en su contra, a romper el silencio y confiar en las oportunas acciones de los fiscales y entes policiales.
