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Entre aplausos, con globos blancos y en caravana fue despedido hoy, Luis Antonio Enamorado Vaquero, un doctor intensivista de Honduras que más contribuyó en salvar vidas del COVID-19, pero que lamentablemente falleció a causa de ese letal virus en San Pedro Sula, en la zona norte de Honduras.
Enamorado Vaquero, quien trabajaba desde el 2002 en el Hospital General del Norte de San Pedro Sula fue escoltado en un ambiente de luto y dolor por parte de familiares, conocidos y colegas vestidos de blanco y azul.
Una pancarta grande decía “No es un adiós, sino hasta pronto, Siempre estarás en nuestros corazones”, mientras desde una bocina se escuchaban cantos con mensajes de paz y fortaleza para los dolientes.
El cortejo fúnebre recorrió calles de San Pedro Sula y permaneció unos minutos frente a ese hospital donde el galeno sirvió con esmero, luego el cortejo fúnebre se dirigió al cementerio donde le dieron el último adiós, con medidas de bioseguridad.
En un comunicado, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), lamentó el fallecimiento del especialista, quien era docente del Departamento Clínico Médico de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud de la UNAH en el Valle de Sula.
“Otro héroe de primera línea nos deja el doctor Luis Enamorado, nuestro más sentido pésame a su familia y gremio médico”, lamentó el doctor Carlos Umaña, presidente de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en SPS.
Es el cuarto héroe que muere al frente de la línea de batalla en menos de una semana en Honduras, incluyendo a Blanca Irma Meza García, una técnico en radiología y empleada del Hospital San Francisco de Juticalpa, Olancho; donde trataba de recuperarse del COVID-19.
También fallecieron los hermanos Héctor Eduardo y Héctor Edgardo Dubón graduados como médicos en la UNAH, asignados al centro de salud de San Juan Pueblo, una aldea de La Masica, Atlántida, Honduras, donde aparentemente contrajeron la terrible enfermedad.
El Colegio Médico de Honduras y sociedad civil también se sumaron a homenajes en un acto con ambiente de luto y dolor celebrado en Tegucigalpa en memoria de 49 médicos fallecidos a causa de COVID-19 en el país.
