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Propietarios de funerarias reportaron hoy un fuerte incremento en la venta de ataúdes para sepultar a fallecidos de COVID-19 en el departamento de Olancho, en la zona oriente de Honduras.
El presidente de la Asociación de Funerarias de Honduras, Edwin Lanza, señaló que las muertes se han contenido en Tegucigalpa, no así en el interior del país donde observan un aumento considerable de decesos.
“Olancho destacaba en los primeros meses de pandemia por no tener fallecimientos de COVID-19, pero en las últimas semanas ya suman más de 250 personas fallecidas”, alertó Lanza.
“Queremos hacer un llamado a la población a tomar las medidas de bioseguridad para evitar más decesos, el gobierno difícilmente puede controlar los brotes”, agregó.
“A diario mueren tres personas en Olancho, movilizamos 70 ataúdes en los últimos días sobre todo a municipios como Silca”, amplió el presidente de las funerarias.
También se registra alta tasa de mortalidad en municipios del extremo norte de Francisco Morazán.
Honduras alcanzó anoche 90 mil 232 contagiados y 2 mil 583 defunciones por COVID-19, según el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo (Sinager), sin embargo en los recuentos de vendedores de cajas mortuorias, ya superan los 5,500 decesos por COVID-19.
