“El placer de comer está ahí para mantenerte saludable al comer, al igual que el placer sexual está ahí para hacer el amor más hermoso y garantizar la perpetuación de la especie“. Esta hábil frase no salió de la boca de cualquier persona, sino del máximo líder de la Iglesia Católica, el papa Francisco.
Y para aclarar la idea, agrega: “El placer llega directamente de Dios. No es católico ni cristiano ni nada más; es simplemente divino”. Una serie de entrevistas que el pontífice mantuvo con el escritor Carlo Petrini desde 2018 han culminado en la edición de un nuevo libro con el título Terrafutura. Dialoghi con Papa Francesco Sull’Ecologia Integrale (TerraFutura: Conversaciones con el Papa Francisco sobre Ecología Integral).
Según un reporte de AFP, además de abordar el tema medioambiental, Petrini y el Papa hablaron de otras cosas, como los placeres y la posición de la Iglesia Católica al respecto. “El placer de comer y el placer sexual provienen de Dios”, le dijo el Papa y calificó de “moralidad exagerada… una interpretación incorrecta del mensaje cristiano” la condena de la iglesia por los placeres de la vida. Un “exceso de celo”, afirmó.
“La Iglesia ha condenado el placer inhumano, brutal, vulgar, pero por otro lado siempre ha aceptado el placer humano, simple y moral“, aseguró, y las ideas contrarias “han causado un daño enorme que aún hoy se puede sentir con fuerza en algunos casos”.
El libro de Petrini, fundador de la corriente global de la “slow food”, se centra en la visión del Papa sobre el medio ambiente y los movimientos que intentan preservarlo, descrita en su famosa encíclica “Laudato Si”, publicada en 2015.
“Hay que luchar contra el egoísmo, el pensamiento de que yo exploto a la Madre Tierra porque la Madre Tierra es grande y debe darme lo que quiero, punto. Es un pensamiento completamente enfermo, sólo puede llevarnos al colapso“, le dijo Francisco a Petrini sobre el trato que la sociedad actual le da a la naturaleza.
Y claro, el texto también aborda prácticas religiosas que el pontífice acepta con una visión incluyente: “Todos podemos rezar de la misma manera, pero esto destruye la biodiversidad humana, que es sobre todo cultural. ¡No! ¡Cada uno reza según su propia cultura! Y celebrar los sacramentos según la propia cultura”. (El Diario de NY)