Las cirugías plásticas en animales han aumentado mucho en los últimos 10 años.
De hecho, las ganancias en este rubro en Estados Unidos superan los 50 millones anuales de dólares anuales.
En general, la cirugía más practicada a las mascotas es la castración, dice el veterinario Alberto Stark.
Pero en cuanto a cirugía plástica, se practican arreglos en los ojos, en la nariz, implantes de siliconas y coronas en los dientes.
¿Los animales son vanidosos como los seres humanos?
Algunas de estas operaciones son necesarias, afirma Stark. Porque hay animalitos que tienen problemas en los ojos, como los párpados que se les dan vuelta. Y, les producen lesiones, en cuyo caso se les practica cirugía correctora.
También hay razas que se caracterizan por problemas de respiración, vale decir los orificios de la nariz muy cerrados, que deben ser operados para ampliarlos.
A diferencia de los seres humanos, la recuperación de cirugías en los animales es un poco más rápida, pues no está el factor psicológico, aunque hay que tener controles, explica el doctor Stark.
Los perros de raza Shar Pei, por ejemplo, se caracterizan por ser muy arrugados, lo cual les puede afectar los ojos, desde infecciones crónicas y úlceras hasta la ceguera.
Los pliegues de la piel de estos animales se pegan, impidiendo el paso del aire, por lo que crecen bacterias y hongos, que requieren una limpieza permanente con medicamentos especiales.
En resumen, estas intervenciones son más necesarias que por vanidad.