TEGUCIGALPA. Julissa Villanueva, ex-titular de la Dirección de Medicina Forense denunció el desorden, contaminación de pruebas, insalubridad y crisis profunda en esa institución.
Ante lo que ocurre en la morgue capitalina, en donde por medio de un vídeo trascendido en redes sociales se pone de manifiesto la precariedad que prevalece en esa importante entidad, la ex-funcionaria expresó, “eso no es nada nuevo, porque durante mi gestión yo ya venía denunciando esa situación sobre la necesidad extrema que teníamos de poder contratar una compañía de limpieza y mayor cantidad de personal”.
Asimismo, en una entrevista que brindo a Radio América dijo que las mayores demandas de los empleados forenses era establecer una mejor bioseguridad en toda el área de la morgue.
“Nosotros hicimos lo que pudimos, vacunamos el personal, tomamos rayos X, les dábamos gabachas, pero la situación siempre fue difícil, porque a pesar que nos habíamos trasladados a ese hermoso edificio, a este nunca se le había dando mantenimiento y mucho menos garantizaba que en cinco años de uso, iba llegar al estado caótico que ahora está”, añadió.
Lamentable situación
Villanueva lamentó sobre las evidencias que circulan por lo que dijo “esas imágenes de ese vídeo que trasciende, que es verídico, real, no es de otros años, es muy reciente, la situación de los empleados de medicina forense y sobre todo los que circulan en la morgue, estén sometidos a un riesgo eminente de contraer enfermedades infectocontagiosas, en donde la tuberculosis es la que más se teme; y más cuando ese lugar se ha vuelto completamente insalubre que no cumple con ningún requisito de bioseguridad”.
Sumado a eso, Villanueva dijo que la gente se expone; y además, en cosas graves que se pueden prevenir porque no depende de dinero, es el acúmulo de las muestras como cadáveres ya sea sangre, pelo entre otros, están acumuladas sin las respectivas cadenas de custodias en unos frízeres que no cumplen los estándares mínimos de conservación de indicios.
Pese a que fue removida de su cargo, para Julissa “lo más lamentable es que seguimos dando casos, la gente no se responsabiliza y el mismo fiscal adjunto, Daniel Sibrián no hace nada”.
Subrayó que “ese desorden existía desde antes del 2013 y en junio de ese año, nos trasladamos a ese edificio y todo mejoró, pero después de tres años de utilidad del inmueble, nos vimos imposibilitados por la demanda de casos, con el tema de salud y aseo, porque no tenemos aseadoras. Yo le solicité al Fiscal General la contratación de una compañía de limpieza para 24 horas, sin embargo, no la hubo y nunca le dieron prioridad al manejo de los indicios en tener almacenajes adecuados”.
Finalmente dijo que es estructural el problema del cual las autoridades, fiscales no dan importancia y son herméticamente cerrados y ese es el problema que ella tuvo.