TEGUCIGALPA. Las llamas ya han devorado más de 30.000 hectáreas de bosques en Honduras, y los pirómanos actúan con toda impunidad.
De acuerdo con las cifras facilitadas por el Instituto de Conservación Forestal (ICF), Puerto Lempira, en Gracias a Dios, siempre es el municipio que registra la mayor área dañada y el Distrito Central, en Francisco Morazán, suma el número de incendios más alto.
El 2011, 2014 y 2018, sobresalen como los años que han reflejan los daños ecológicos más notables. En promedio, fueron destruidas entre 61,000 y 81,000 hectáreas de bosque.
Perdidas alarmantes de bosque
Se estima que cada año Honduras pierde 60,000 hectáreas de recursos forestales y, con ello, se reducen las fuentes de agua, se vuelven erráticas los regímenes de lluvia y se hacen más intensos los disturbios climáticos.
Hasta el año pasado, Honduras contaba con una cobertura forestal de 5.3 millones de hectáreas, el 48 por ciento del territorio nacional.
Sin embargo, hace 50 años, el revestimiento era de siete millones de hectáreas, que representaban el 65 por ciento de la extensión del país. De ahí se concluye que la pérdida ha sido de casi dos millones de hectáreas.