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TEGUCIGALPA. Tanto la sequía, como los incendios forestales están trayendo plagas que no solo dañan el bosque, sino que afectan la agricultura y, de esa manera, se está incidiendo no solamente sobre la alimentación, sino que también sobre la capacidad exportable de país.
Al menos, la mitad de los municipios de Honduras estarían siendo afectados, en el 2019, por la sequía que cíclicamente se presenta cada año, lo que augura problemas de abastecimiento de agua, precarias condiciones de salud y una severa crisis alimentaria que estaría afectando principalmente la nutrición de los niños, advirtió en un comunicado el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), Roberto Herrera Cáceres.
Cada año la sequía representa daños directos a por lo menos 170,000 familias de 145 municipios en el país, la que incide sobre la alimentación y en especial la nutrición de la niñez con lo cual no sólo se amenaza el presente, sino que el porvenir de Honduras.
En el año 2012, el 23% de los niños menores de cinco años presentaban desnutrición crónica, siendo los departamentos más afectados Intibucá, Lempira y La Paz, que forman parte del corredor seco de Honduras.
La desnutrición afecta la capacidad funcional de los niños, así como su desarrollo mental e intelectual y el crecimiento físico.
“No se puede pedir a un país tener su población saludable si su nutrición y su alimentación es deficiente”, enfatizó el Defensor del Pueblo.
Explicó que la sequía ya no es un fenómeno aislado, sino que está relacionado con otra cantidad de experiencias adversas a la vida con dignidad en Honduras.
“No se puede desarrollar un país con gente que, en su mayor parte está padeciendo enfermedades”, precisó.
Urgente la prevención temprana
Reiteró que el mismo desenvolvimiento intelectual de la niñez y su productividad depende mucho de su nutrición particularmente en la etapa más temprana que es cuando más se está afectando por no tomar las previsiones necesarias.
Tanto las sequías, como los incendios forestales están trayendo plagas que no solo dañan el bosque, sino que afectan la agricultura y, de esa manera, se está incidiendo no solamente sobre la alimentación, sino que también sobre la capacidad exportable de país.
Indicó que tanto los incendios forestales, como las inundaciones, que se presentan cada año, no nos permite seguir invocando acciones aisladas de mitigación, sino que, sobre todo, tenemos que hacer énfasis en la prevención temprana.
Esos problemas sistemáticos hay que atacarlos con políticas consistentes para disminuir las consecuencias negativas que trae consigo para la vida digna de la población.
