Un importante estudio reveló que los perros, para conseguir comida, pueden engañar a sus dueños a partir de determinadas acciones o movimientos regulares.
Créase o no, los perros entienden lo que se les dice y también recuerdan los movimientos de sus dueños.
Ambos hechos fueron estudiados y comprobados. Sin embargo, un nuevo descubrimiento de la ciencia puede hacer cambiar tu opinión sobre “el mejor amigo del hombre”.
Una publicación en la revista Animal Cognition, “Comportamiento engañoso en perro” de los autores Heberlein, Manser y Turner, concluyó que los perros sí engañan a los humanos, para conseguir objetivos establecidos anteriormente.
Científicos hacen ejercicio
Los científicos hicieron un ejercicio en el cual un perro conocería, junto a su dueño, a dos nuevos humanos. Uno de ellos sería “cooperador” y le entregaría comida al perro siempre que la tuviera y el otro sería “competidor” y se guardaría la comida para sí mismo.
Una vez que el perro había aprendido los roles de estas nuevas personas, el ejercicio pasaba a su etapa más importante. En una fila pusieron tres contenedores y en cada uno cosas distintas: comida atractiva para un perro en una, otra con comida poco o nada atractiva y el último estaría vacío.
De esta forma, los investigadores descubrieron que los perros sí pueden engañar tácticamente para conseguir algo específico.
En este caso, alimento. Es decir, pueden diferenciar entre un humano que sí comparte su comida, otro que se la guarda y no entrega y su dueño.
Sin embargo, esto no quiere decir que lo hacen sólo con comida, sino que podría ser con otros aspectos y/o productos comunes.