Cada día son más los hondureños que dejan atrás el peligroso camino de la ruta migratoria y determinan retornar de forma voluntaria y segura a Honduras. Un contingente de 300 hondureños regresó a su patria.
Desde tempranas horas de este día personal de diferentes instituciones de gobierno entre ellas la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) recibió a uno por uno de los más de 5 buses que llegaron al Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) en Omoa desde el estado de Chiapas, México.
Con casi 60 hondureños a bordo los buses partieron de diferentes puntos establecidos en el Corredor Humanitario creado para retornar de forma segura a los migrantes desde Tecún Umán en San Marcos Guatemala, pasando por Zacapa, Chiquimula hasta llegar a las fronteras de hondureñas.
“Hemos estado de forma permanente atendiendo a los migrantes que regresaron de forma voluntario, ha sido un acompañamiento muy grande porque nuestro objetivo es que cada uno llegue sin peligro a sus hogares”, comentó Lisandro Rosales, ministro comisionado nacional de Copeco.
Reflexionó sobre los peligros a los que cada hondureño se expone al emprender el camino hacia los Estados Unidos y recordó que los mayores riesgos son para los niños y niñas que se colocan en una condición altamente vulnerable.
“Lo vimos en la mayor parte de las personas atendidas en los centros de atención, niños que sufrieron deshidratación, enfermedades respiratorias, afecciones en la piel y con laceraciones en sus pies”, detalló al tiempo que lamentó la acción de poner en riesgo la vida de los infantes.
Ayer un grupo de más de 150 hondureños retornó en un vuelo de la Policía Federal de México que aterrizó en el aeropuerto Ramón Villeda Morales en La Lima. Mañana se espera que otro fuerte grupo de compatriotas ingrese de forma terrestre al país tras la coordinación con autoridades mexicanas.
Copeco y de diversas instituciones del gobierno han brindado atención especializada a cada hondureño que así lo ha solicitado, esto ha sido responsabilidad de un equipo multidisciplinario integrado por médicos, paramédicos, psicólogos, expertos en ayuda humanitaria, técnicos en información, logística, entre otros.
Este trabajo además ha sido posible gracias a la colaboración del gobierno de Guatemala a través de 12 instituciones estatales entre ellas la Policía Nacional Civil, el Ejército de Guatemala, Protección Civil y la Coordinadora Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Conred).