El gobierno instaló la Comisión Interinstitucional de Seguimiento a las Investigaciones de Muertes Violentas de Mujeres y los Femicidios.
En el evento, realizado en el salón Morazán de Casa Presidencial, también participaron otras autoridades y miembros de organizaciones que trabajan a favor de la mujer hondureña.
Los miembros de la Comisión presentaron ante los participantes un breve informe sobre la situación de las investigaciones de muertes violentas de mujeres y los femicidios.
Este nuevo organismo está conformado por el Ministerio Público, a través de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y de la Fiscalía de Delitos Contra la Vida, y las secretarías de Seguridad, de Derechos Humanos y de Justicia, Gobernación y Descentralización.
Además, el Instituto Nacional de la Mujer y el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos.
MUERTES
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), reveló que, en los últimos 16 años, murieron violentamente alrededor de 5,800 mujeres, es decir, un promedio aproximado de una muerte diaria, cuyos crímenes permanecen en la impunidad en cerca del 90% de los casos, pese a que existe una unidad especial encargada de investigar este tipo de delitos.
Ante esta problemática de violencia, que afecta a las mujeres, el titular del CONADEH, Roberto Herrera Cáceres, instó al Estado hondureño a fortalecer los mecanismos existentes para hacerle frente a este problema y dar respuestas contundentes a los casos que aún se mantienen en la impunidad.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, el Defensor del Pueblo expresó que una de las tareas prioritarias, del ente estatal de derechos humanos que dirige, es continuar atendiendo diligentemente las denuncias y quejas presentadas por este sector vulnerable de la sociedad.
Durante, el 2017, el CONADEH atendió 3,781 quejas, presentadas por mujeres, a nivel nacional, un promedio superior a las 10 denuncias diarias, de presuntas violaciones a los derechos humanos, en las cuales se vieron afectadas alrededor de 4,560 mujeres.
De acuerdo al desglose de los datos registrados por el CONADEH, en su sistema de quejas, del total de denuncias presentadas por mujeres, 1,267 quejas están relacionadas con el derecho a la vida y la integridad personal que incluyen amenazas a muerte, violencia doméstica, intimidación, coacción y malos tratos, entre otros.
32% de las mujeres perdieron la vida en los últimos 4 años
De acuerdo al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, entre los años 2002 y el 2017 (16 años), el CONADEH registró alrededor de 5,800 mujeres muertas en circunstancias violentas, de las cuales, 1863, que representa el 32%, perdieron la vida en los últimos cuatro años (2014/ 2017).
Registros estadísticos establecen que solo, en el 2017, se registró la muerte violenta de una mujer cada 22 horas y media, siendo los principales escenarios San Pedro Sula y Tegucigalpa donde se reporta alrededor del 64% de los casos.
Un estudio de las organizaciones que defienden los derechos de la mujer reveló que desde el 2009 a la fecha, al menos, 1,245 casos de mujeres, que perdieron la vida violentamente, fueron remitidos a juicio ante el Poder Judicial, sin embargo, alrededor del 715 que representan el 57% obtuvieron resolución.
Es de destacar que, en el 2016, de 112 casos ingresados al Poder Judicial solo 3 fueron calificados como femicidios, de las cuales se obtuvo dos sentencias condenatorias y una absolutoria.
Un año después, 19 casos ingresaron como femicidios, ante el Poder Judicial, de los cuales cuatro obtuvieron sentencia condenatoria, un sobreseimiento provisional y siete autos de apertura a juicio.
El incremento en número y en la magnitud del ensañamiento que caracteriza la muerte de mujeres pone en serio cuestionamiento el fortalecimiento del Estado de Derecho, especialmente respecto a la no aplicación del principio de igualdad en el goce de los derechos humanos y en cuanto a la vigencia de la impunidad.
Según el ombudsman hondureño, la violencia contra las mujeres, se convierte en un desafío para el Estado hondureño que tiene el deber de garantizar un real avance hacia una cultura de respeto a la dignidad humana de todas las personas, sin discriminación de ninguna índole.
Declaró que siempre están prestos para asegurar medidas de protección y respeto a la dignidad de las mujeres y coordinar para ello, cuando sea necesario, con instancias y organismos nacionales e internacionales y con organizaciones no gubernamentales.