Paul Manafort, el exjefe de campaña de Donald Trump, tendrá que ingresar en prisión preventiva debido a nuevos delitos de obstrucción a la justicia que se le achacan por haber contactado con testigos de su causa, en el marco de la investigación de la trama rusa. Una juez federal revocó el arresto domiciliario bajo el que Manafort se hallaba a la espera de los juicios pendientes, uno en julio por fraude bancario y otro en septiembre por su trabajo de lobby no declarado.
Manafort se entregó al FBI en noviembre junto a un socio suyo para responder por una docena de presuntos delitos destapados durante la investigación de la trama rusa, que aborda la injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales de 2016 con el fin de favorecer a Donald Trump y trata de esclarecer si hubo alguna connivencia con el equipo del actual presidente de EE UU en esta estratagema.
Aquella lista de delitos incluía la conspiración contra EE UU (por ocultar sus actividades y sus ingresos), el lavado de dinero o las mentiras a los investigadores, entre otros, pero no se referían a su papel como jefe de campaña de Trump, sino a sus actividades anteriores. Manafort, un conocido lobista, había tenido como cliente al expresidente ucranio Victor Yanukóvich, a quien ayudó a lograr apoyos en Europa y EE UU. Como jefe de campaña de Trump, entre junio y agosto de 2016, participó en reuniones con personalidades rusas sin haber hecho pública esa actividad previa.
Desde su entrega al FBI se encontraba en arresto domiciliario, pero una juez federal ha decidido enviarlo a la cárcel a la espera de juicio. El fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller, había pedido la detención tras sumar dos nuevos cargos al historial de imputaciones del lobista: obstrucción a la justicia y conspiración para obstruir a la justicia, de los que se ha declarado no culpable.
El presidente de EE UU salió en defensa de su exempleado y cuestionó la decisión de la juez. “Guau… ¡Qué sentencia más dura para Paul Manafort, que ha representado a Ronald Reagan, Bob Dole y muchos otros políticos importantes y campañas! No sabía que Manafort era el cabecilla de una mafia. ¿Qué hay de Comey [exjefe del FBI despedido por Trump], Hillary la corrupta y otros? ¡Muy injusto!”, escribió en su cuenta de Twitter.
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Antes de conocerse el fallo de la juez de Washington, Trump ya habló con la prensa sobre su exjefe de campaña. Sostuvo que se sentía mal por él, ya que estaban destapando cosas que ocurrieron hace 12 años. Sobre su relación laboral con él, el mandatario tomó distancia: “Trabajó muy poco en la campaña. ¿Cuánto fue? ¿49 días?”. Manafort salió por la puerta trasera de la Casa Blanca tras descubrirse que había ocultado el cobro de 12,7 millones de dólares de Yanukóvich y la citada campaña para lograr apoyos al político. Manafort, que había rechazado cualquier vínculo con el Kremlin y sus satélites, no se había registrado como agente extranjero ante el Gobierno prorruso.
El cargo de obstrucción a la justicia con manipulación de testigos también afecta al ruso Konstantin Kilimnik, asesor desde hace tiempo de Manafort y del que la Fiscalía alega que tiene lazos con los servicios de inteligencia de Moscú. Con Kilimnik, el número de imputados en la investigación de la trama rusa se elevó a 20, además de tres compañías.
Cuando Mueller empezó a indagar, ambos acusados intentaron contactar con sus excompañeros del Grupo de Hapsburg, la empresa para la que trabajó en la promoción de los intereses de Ucrania. Los acusados le habrían pedido a los potenciales testigos de la causa que mintieran sobre el alcance de la consultoría a Yanukóvich. Su objetivo era que dijeran que la campaña para políticos ucranios no tuvo lugar en EE UU. De ese modo, no importaba que Manafort no se hubiera registrado como lobista extranjero ante el Departamento de Justicia, lo que constituye un delito.
El FBI tiene documentos y declaraciones de los dos trabajadores del Grupo de Hapsburg, así como sus listas de llamadas telefónicas y documentos recopilados en la revisión de la cuenta de iCloud de Manafort que muestran que el exdirector de campaña de Trump intentó comunicarse con ellos cuando quedó en libertad bajo fianza.
“LA INVESTIGACIÓN ESTÁ TOTALMENTE DESACREDITADA”
Donald Trump afirmó este viernes que la investigación de la trama rusa está “totalmente desacreditada”. El mandatario se apoyó en el informe publicado el jueves por el Departamento de Justicia que apunta que James Comey, exdirector del FBI, se saltó los protocolos habituales de la agencia durante la investigación sobre los correos electrónicos de la entonces candidata presidencial Hillary Clinton.
“El informe de IG [Inspector General, autor del documento] es un desastre total para Comey, sus minions y, tristemente, para el FBI”, tuiteó Trump. El republicano agregó que Comey pasará ahora “oficialmente a ser el peor líder, de lejos, de la historia del FBI”. “Hice un gran servicio a la gente al despedirlo”, añadió en la red social.