TEGUCIGALPA.- Esta misiva con el sello del Diario Digital confidencial.hn, evidencia que la reciente moción presentada por el diputado nacionalista, Tomás Zambrano, que promueve la lectura de la Biblia en los centros escolares de Honduras, es el complemento de la transferencia de un millón de lempiras que le hizo el Congreso Nacional a la elitista Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH) que inició una alianza política- religiosa con el presidente, Juan Orlando Hernández, cuando esté presidía el Congreso Nacional.
La alianza de Hernández con la cúpula de la Confraternidad Evangélica comenzó con la aprobación de una Ley Marco que regula el funcionamiento de los ministerios protestantes en Honduras, con presencia en Honduras hace unos 120 años y que llegaron después de la colonización española que introdujo a sangre y fuego el catolicismo, arrebatándoles sus creencias a los nativos de Honduras.
Los pequeños ministerios que quedaron marginados en esta ley que los obliga a someterse a los religiosos poderosos de Honduras, recibieron un fallo a favor de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que declaró inconstitucional el decreto, pero este nunca fue publicado por el presidente Hernández para favorecer a sus aliados religiosos.
Hoy en día la madeja poco a poco la madeja se va hilvanando al grado que miembros de la cúpula de la Confraternidad Evangélica han sido colocados estratégicamente en comisiones del gobierno para hacer labores específicas de concientización ciudadana.
Históricamente muchos Estados se han aliado con las iglesias para ejecutar planes de sometimiento subliminal a la población, de manera que sus habitantes no se quejen y reclamen sus derechos que les niegan, y se resignen a los abusos que estos cometen, muchas veces, haciéndoles creer que es la voluntad de Dios, pero de un Dios que sólo en su mente existe.
Es evidente que todos estos a convenios repercuten positivamente y los bolsillos de los líderes religiosos que manejan supuestos proyectos sociales que al final le reditúa ganancias personales y que ellos vilmente le hacen creer a sus fieles que son regalos de Dios.
Las iglesias evangélicas en su mayoría siguen empecinadas en que se lea obligatoriamente la Biblia en los centros escolares.
Entre tanto, a Iglesia Católica está de acuerdo en que se mantenga la laicidad en los centros educativos.
En este contexto, muchas iglesias le hacen creer a sus fieles que sus problemas sociales como la falta de salud y educación, entre otros, son designios divinos, para salvar de responsabilidad al Estado, que es en realidad el responsable directo de velar por sus conciudadanos, para que estos no fallezca en los hospitales por falta de una inyección o medicamento que los familiares del paciente no puedan comprar porque es muy cara.
Mientras tanto, los farsantes vestidos con casimir ingles siguen arengando desde sus pulpitos a favor de los que oprimen a sus propios feligreses.
Por:
Fredy Perdomo, periodista graduado de la UNAH