Utilizar las redes sociales en Uganda saldrá caro. El Parlamento del país ha aprobado una polémica ley para imponer un impuesto a los usuarios de plataformas de redes sociales. La justificación es que así se pondrá freno a los chismorreos que corren en las redes, aunque los críticos con la iniciativa consideran que la ley restringirá la libertad de expresión.
La ley ha sido una iniciativa del presidente Yoweri Museveni, que ha presionado que se intorduzcan estos cambios. Así, quien quiera utilizar redes como WhatsApp, Viber o Twitter tendrá que pagar 200 chelines diarios (unos 0, 04 euros).
La ley entrará en vigor el próximo 1 de julio, pero hay algunas dudas sobre cómo se aplicará. Expertos en el ámbito digital y también algunos proveedores de servicios de internet han puesto en cuestión esta iniciativa y sobretodo la forma como se implementará el cobro de este impuesto.
En concreto, no está claro cómo las autoridades podrán identificar a los ugandeses que acceden a los sitios de redes sociales. En Uganda, solo 17 de los 23,6 millones de suscriptores de telefonía móvil se conectan a Internet. De momento, el gobierno ugandés está trabajando para conseguir que todas las tarjetas SIM de teléfonos móviles estén debidamente registradas.
El nuevo Proyecto de Ley de Impuestos Especiales también incluye otros impuestos, como un gravamen del 1% sobre el valor total de las transacciones de dinero móvil. Las entidades y plataformas sociales ya han protestado por lo que aseguran afectará a los ugandeses más pobres que rara vez usan los servicios bancarios.
El ministro de Finanzas, Matia Kasaija ha restado importancia a las críticas por la nueva ley. “Estamos buscando dinero para mantener la seguridad del país y extender la electricidad para que las personas puedan disfrutar de más medios sociales, más a menudo, con mayor frecuencia”, dijo a Reuters en marzo, para justificar la aplicación de los nuevos impuestos.
La realidad es que las redes sociales se han convertido en una herramienta política importante en Uganda tanto para el partido gobernante como para la oposición. El acceso a las plataformas ya se cerró durante las elecciones presidenciales de 2016, según explicó el presidente Museveni, para “dejar de difundir mentiras”.
Otros países del este de África están aprobando leyes criticadas por activistas que afectan la libertad de expresión.
- VIA La Vanguardia