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Las ciudades de San Pedro Sula y Tegucigalpa, ya no se ubiquen entre las ciudades más violentas del mundo, según el último informe de la Organización No Gubernamental mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
La desarticulación de 425 bandas delictivas, la captura de 4 mil 104 personas de trafico de drogas y la inhabilitación de 166 áreas clandestinas de aterrizaje, entre otras acciones, marcan la diferencia de mayor seguridad en Honduras.
Las fuerzas de seguridad son aportantes directos con el aumento de operativos con el reto de mejorar posición de seguridad de país para este 2018.
La política de represión del delito, desarticulación de las grandes estructuras criminales, depuración de la policía, modernización y reforma del sistema penitenciario, aumento sustancial en los recursos para la lucha contra el crimen, entrenamiento y cambios en el código penal y el trabajo conjunto de instituciones del Estado y organizaciones independientes, han permitido un trabajo efectivo a favor de la población hondureña.
Cada año, esta organización no gubernamental hace una medición de las 50 ciudades más violentas del mundo, en el caso de San Pedro Sula, durante muchos años fue ubicada entre las tres primeras, esto como resultado de haber descuidado la seguridad desde el año 2006 en adelante.
En el informe publicado el pasado 6 de marzo, la ONG confirma que San Pedro Sula ha pasado del lugar 3 al número 26 y el Distrito Central se ubica en la posición 35.
Según cifras oficiales, al finalizar el 2017 la tasa de homicidios fue de 42 por cada 100.000 habitantes, en comparación con los 59 por 100.000 habitantes registrado en el 2016 por el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), y cerca de la mitad de la tasa de 86 por cada 100.000 habitantes registrada por el observatorio en 2012.
De igual forma, grupos o carteles de narcotraficantes generaban mucha violencia en sus zonas de influencia.
Las cabecillas de estas organizaciones fueron capturados o forzados a entregarse a las autoridades en los últimos cinco años, desde el año 2014 a la fecha han sido extraditados 19 hacia Estados Unidos.
Sumado a ello entre el 2016 y 2017 fueron construidas las cárceles de máxima seguridad “El Pozo y La Tolva”, en las que han sido confinados la mayoría de los criminales y lideres de maras o pandillas.
El 2018 desde ya se proyecta esperanzador. Y es que en enero y febrero se han reducido las muertes en comparación con el mismo periodo de 2017. De acuerdo a cifras de Sistema de Estadística Policial en Línea (SEPOL), en enero hubo 378 muertes, es decir, 60 menos a las registradas en enero de 2017 (378), y en febrero se dieron 297 muertes, es decir, 115 menos en relación a febrero de 2017 (412).
