La Coordinadora Nacional de Tuberculosis de la Secretaría de Salud, Norma Artíles, manifestó que “en los centros penales hay 193 presos que padecen de Tuberculosis (TB)” en los centros penitenciarios de Honduras.
La galena, añadió que el Instituto Nacional Penitenciario ha asignado más personal médico para la detección temprana de esta enfermedad y así evitar la propagación de casos. Además, señaló que reciben el 100 por ciento del tratamiento para la patología
A raíz del hacinamiento los privados de libertad son más propensos en sufrir enfermedades infecciosas como TB, VIH/SIDA, hepatitis B o C, enfermedades respiratorias y crónicas, entre otras.
Honduras cuenta con el Plan de Acción para la Prevención y Control de la Tuberculosis 2016-2019, aprobado en el 54° Consejo Directivo y 67° Sesión del Comité Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para las Américas.
El plan tiene como propósito la reducción de los casos de TB entre las personas encarceladas en los diferentes centros de detención del país.
En coordinación interinstitucional Salud, Directores de Centros Penales, Jueces de Ejecución y el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), desarrollan reuniones de monitoreo, seguimiento y control de la TB en las cárceles.
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa, provocada por un bacilo, que se transmite a través del aire y que se caracteriza por la formación de tubérculos o nódulos en los tejidos infectados; puede afectar a diferentes órganos del cuerpo, en especial a los pulmones, produciendo tos seca, fiebre, expectoraciones sanguinolentas y pérdida de peso.