TEGUCIGALPA. Tras la jornada de manifestaciones que terminaron de forma violenta el viernes en los alrededores de Casa Presidencial en Tegucigalpa, el designado presidencial Ricardo Álvarez, expresó anoche que el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández está de acuerdo con las protestas peros siempre que estas sean pacíficas.
Es preciso mencionar que durante la movilización de simpatizantes de la Alianza de Oposición, se registraron graves incidentes, al grado que las fuerzas de seguridad y manifestantes se cruzaron gas lacrimógeno y pedradas.
Existe voluntad por parte del Gobierno
En ese orden, Álvarez anunció que de parte del gobierno existe la voluntad para un dialogo y para que el mismo sea dirigido por un actor internacional.
“Ganamos las elecciones y queremos que todos estemos unidos, no es lo que yo quiero o los que ellos quieren”, parafraseó el designado presidencial.
Reiteró el compromiso del gobierno con la población y anunció que “se hará lo que se tenga que hacer” para mantener la paz.
Criticó la violencia en las protestas de este día, de las que dijo esperaba fuesen igual a las del fin de semana en la ciudad de San Pedro Sula, norte de Honduras.
Finalmente lamentó que aunque los militares procedieron como en cualquier lugar del mundo, hayan sido recibidos con piedras por los manifestantes.
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Daños a la propiedad privada
Considerables daños a negocios y al hotel Marriott dejaron las protestas que se registraron durante el desalojo de la protesta. Lo que inició como una marcha pacífica de repente se tornó violenta a inmediaciones de la antigua Casa Presidencial, en el bulevar Juan Pablo II.
Las protestas de la Oposición son en contra de la declaratoria oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE), de los pasados comicios generales del 26 de noviembre de 2017.