El Real Madrid se clasificó para la final del Mundial de Clubes tras batir por la mínima al Al Jazira (2-1) después de un partido realmente extraordinario, por extraño. Tuvo ocasiones para completar una goleada rotunda y al mismo tiempo exhibió una fragilidad asombrosa en defensa que le condenó a un suplicio ante un rival de chiste, el invitado del torneo, bien comandado en ataque por Romarinho.
Al final, fue el proscrito Bale el que consumó la remontada nada más salir en el minuto 80, cuando el fantasma de la prórroga se ataba con su cadena al campeón de Europa. Sirvió para aliviar el esperpento, para salvar al inconsistente y degradado equipo de Zidane, que sólo ganó porque no le quedaba otra.
El sábado buscará el título Mundial ante el Gremio.Difícil relatar el primer tiempo. Nadie podrá contar nunca bien cómo pudo acabar 1-0 para el Al Jazira. Pero el fútbol encierra estos misterios profundos, se manifiesta así en ocasiones para confirmar su espíritu indescifrable. No hay nada escrito.
El Madrid jugó para alcanzar tres o cuatro goles, tuvo el balón a granel, le faltarían dedos para contar sus ocasiones y dio varias veces en la madera, pero se fue al descanso por debajo en el marcador.
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ALINEACIONES:
Al Jazira: Ali Khaseif (Khaled al Alsenaani 51) – Musallem Fayez, Mohamed Ayed, Fares Juma, Salim Rashid – Mohamad Al Attas, Yaqoub Al Hosani (Ahmed Rabia 72), Khalifa Mubarak (Eissa Mohamed 60) – Boussoufa; Romarinho y Ali Mabkhout. DT: Ten Cate (NED)
Real Madrid: Keylor Navas – Achraf Hakimi, Nacho Fernández, Raphael Varane, Marcelo – Casemiro, Mateo Kovacic (Lucas Vázquez 68), Luka Modric – Cristiano Ronaldo, Karim Benzema (Gareth Bale 80), Isco Alarcón (Marco Asensio 68). DT: Zinedine Zidane (FRA)