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TALANGA, F.M. Inicia la feria patronal de Talanga en honor a San Diego, con la afluencia de turistas y feligreses que visitan este destino a tan solo 57 kilómetros de la capital, Tegucigalpa.
“Devotos venid a Diego” es la frase que cada 12 de noviembre, en el marco de la celebración de su feria patronal, los cristianos católicos de Talanga proclaman en honor a San Diego.
La feria patronal inició con el desfile de carrozas, con el recorrido por las principales calles de la ciudad.
Asimismo los organizadores informaron a través de un programa de actividades que habrá misas en honor al santo patrón, exposición de ganado, conciertos, juegos infantiles y torneos de futbolitos.
Por otra parte, los talagueños eligieron a la ganadora, siendo la jovencita Victoria Alejandra Núñez la ganadoras del certamen.
Talanga: tierra de fango o lugar de lodo
Descansando en un valle rodeado de montañas está este municipio ubicado a 57 kilómetros de Tegucigalpa. Los primeros habitantes fueron atraídos por sus fértiles tierras, propicias para la actividad agrícola. Inicialmente fue catalogado como aldea Villa de San Diego, y recibió la categoría de municipio en 1829, con el nombre de Talanga.
Posteriormente, el Congreso Nacional, bajo decreto número 112-83, le otorgó el grado de ciudad en 1983, cuando era presidente de Honduras. Su nombre es de origen mexicano y significa, tierra de fango o lugar de lodo.
Entre sus principales actividades comerciales está la producción de dulce y cal. El turismo no es un punto fuerte del municipio, pero cabe destacar que este lugar tiene entre sus principales atractivos el mirador Las Crucitas, el cerro que se levanta muy cerca del centro de la ciudad, y para llegar a la cima hay que subir unas 250 gradas; si sube cuando ya está cayendo la tarde la vista panorámica es mucho mejor. Además, en el barrio La Ceiba está un inmenso árbol de Ceiba que los habitantes llaman popularmente “el ceibón”, emblemático de Talanga.
DATO
Según historiadores, San Diego nació el 13 de noviembre en San Nicolás del Puerto, provincia de Sevilla España, en el año 1400, quien se caracterizó durante toda su vida por pedir limosna y repartirla entre los más pobres.
