Twitter es la red social más abierta que existe. Carecer de barreras entre usuarios es su mayor virtud y su mayor problema. Cualquier persona está a un solo tuit de interactuar con un futbolista, un cantante o un político. Por eso es la red social perfecta para enterarte de lo que pasa en el mundo: la comunicación es global, sin muros virtuales y en tiempo real.
Pero esa inmediatez y facilidad de ser leído juega en su contra también. Los que abusan y acosan tienen comunicación directa, y eso ahoga y silencia muchas de las voces que merecen la pena ser escuchadas en la red social.
El regreso de uno de sus fundadores, Jack Dorsey, ahora al timón del barco como consejero delegado de la compañía, ha acelerado la toma de medidas para intentar atajar el acoso a través de tres vías principales: control de cuentas creadas solo para publicar contenido abusivo, mostrar solo resultados seguros en las búsquedas y ofrecer un mayor control de notificaciones a sus usuarios.
Twitter prometió tomar medidas para identificar a las personas suspendidas del servicio que se crean cuentas solo para acosar y emplear sus algoritmos de inteligencia artificial para detectar usuarios que estén actuando al margen de las normas de la red social, aunque nadie les haya reportado todavía.
“Hemos multiplicado por diez nuestra actuación sobre cuentas abusivas cada día, en comparación con la misma fecha del año anterior”, afirma la compañía. “Además, limitamos la funcionalidad de la cuenta o aplicamos suspensiones en miles de cuentas abusivas cada día”.
A su vez, en los últimos cuatro meses, sus algoritmos han eliminado el doble de este tipo de cuentas con la ayuda de un equipo humano dedicado a detectar y tomar medidas contra los usuarios que no entran a la red para ser escuchados, sino para silenciar las voces de los demás. Twitter ha introducido una limitación de uso en las cuentas abusivas. Después de ese periodo, la compañía ha detectado que estos usuarios generan un 25% menos de reportes por abusos y, aproximadamente, un 65% se encuentran en este estado una sola vez.
“Están mejorando sus herramientas contra el abuso, pero sigue siendo un esfuerzo todavía insuficiente”, dice Álex Barredo, analista independiente especializado en la compañía, a EL PAÍS. “La mayorías de las cuentas se cierran después de que salgan sus actitudes a la luz en la prensa o cuando los académicos presentan artículos identificando grandes redes de bots“.
El ejemplo perfecto lo tenemos esta semana. El cantante británico Ed Sheeran, que apareció en el primer capítulo de la séptima temporada de Juego de Tronos, tuvo que cerrar la cuenta tras recibir una gran oleada de insultos. “El hecho de que fuera justo después a Instagram a poner fotografías indica la diferencia que existe entre las dos redes sociales”, destaca Barredo.
Twitter no solo tiene un problema con las personas que escriben directamente en la red, sino con las personas que programan miles de bots para que escriban por ellos. A veces tienen un fin positivo y se usan para informar, pero en muchos casos son un ejército de spam, de propaganda o de acoso. Este lunes, la compañía eliminó una red de 90.000 bots dedicada a promocionar webs de citas y de contenido pornográfico gracias a una investigación independiente.
“Hay un problema con los registros automáticos de cuentas, que se niegan a atajar de raíz implementando un sistema de captura”, explica el analista. “Al fin y al cabo, la única medida que sería realmente efectiva es detener a los bots y verificar todas y cada una de las cuentas de la red social con un número de teléfono único. No lo hacen porque seguramente afectaría a su número de usuarios activos al mes y, en consecuencia, a su valoración en Wall Street”.
Twitter, que ha acelerado el ritmo de medidas en los últimos meses, promete “más mejoras, más transparencia y más velocidad”. La compañía seguirá trabajando con su consejo Trust & Safety, que cuenta con expertos del sector y académicos, para recibir un flujo constante de información sobre el impacto de sus medidas.
“No es tarea fácil: al mismo tiempo que evoluciona la conversación en todo el mundo lo hacen los retos a los que nos enfrentamos”, dice Del Harvey, directora global de seguridad de la compañía. “Continuaremos adaptándonos y poniendo de nuestra parte para asegurar que Twitter sigue siendo el lugar más seguro para ver todos los ángulos de lo que está pasando”.
(Fuente: El País)