El número de fallecidos por los atentados, de este domingo, contra dos iglesias cristianas coptas en el norte de Egipto se eleva ya a 43 y los heridos a 118, según informó el gobierno de ese país.
El primer ataque fue contra el templo de San Jorge, en la ciudad de Tanta, a 120 kilómetros al norte de El Cairo, según informó la agencia de noticias estatal MENA. El segundo atentado se dio en la catedral de San Marcos, en la ciudad de Alejandría
Las explosiones se registraron durante la misa del Domingo de Ramos, que marca el comienzo de la Semana Santa para los coptos, minoría que representa cerca del 10 % de la población egipcia.
El Estado Islámico (EI) se adjudicó, a través de la agencia de información Amaq, la autoría de los dos atentados, en un breve comunicado difundido en redes sociales, aunque su veracidad no ha podido ser comprobada.
La agencia Amaq asegura que la acción fue lanzada por un “grupo de seguridad perteneciente al Estado Islámico”.
Los ataques se producen veinte días antes de la visita del papa Francisco, que tiene previsto estar en Egipto el 28 y el 29 de abril en su primer viaje a Oriente Medio, y en medio de una situación regional delicada luego de los bombardeos estadounidenses sobre bases militares del gobierno sirio.
Ordenan protección de instalaciones
Por su parte el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, ordenó este domingo al Ejército la protección de las instalaciones vitales en todas las provincias del país.
Varios medios oficiales informaron que, Al Sisi, ha ordenado a unidades de las fuerzas especiales del Ejército a que se desplacen inmediatamente a las instalaciones vitales del país, para ayudar a las fuerzas del ministerio de Interior a su protección.
El actual presidente, y ex general del Ejército egipcio, accedió a su cargo luego de unas elecciones donde el principal grupo opositor, los Hermanos Musulmanes, fueron impedidos de presentarse a las mismas, sus principales dirigentes fueron encarcelados y sus militantes reprimidos.
Cientos de partidarios de los Hermanos Musulmanes y de otros movimientos opositores al gobierno, han muerto y han sido arrestados desde que el golpe contra revolucionario comandado por Al Sisi se propuso poner fin a las movilizaciones surgidas en la primavera Árabe.
Los criminales atentados de este domingo, que se auto adjudicó el EI, están siendo utilizados por el golpista, y actual presidente, Al Sisi para reforzar el poder de control que tiene el Ejército egipcio, encargado de mantener el orden en el interior del país a fuerza de brutales represiones y persecuciones.