El asesinato de la ambientalista hondureña Jeannette Kawas, se mantiene en la impunidad tras 24 años y seis días.
Así lo denunciaron a través de un comunicado organizaciones aglutinadas en la Mesa de Seguimiento al Cumplimiento de las Sentencias y Resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
Kawas fue ultimada en la ciudad de Tela, departamento de Atlántida, un 6 de febrero de 1995, pero el crimen se mantiene impune, informó la Mesa de Seguimiento.
Señaló que el Tribunal Interamericano “dictó una sentencia definitiva e inapelable en la cual encontró al Estado de Honduras responsable internacionalmente por este hecho, ya que no cumplió con su obligación de emprender una investigación seria, completa y efectiva de lo ocurrido”.
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Además indicó que “esto resulta particularmente grave pues se ha demostrado que al menos un agente del Estado participó en los hechos que terminaron con la vida de Kawas y que su asesinato estuvo motivado por su trabajo de defensa del medio ambiente”.
Justicia sin imparcialidad
El caso de Kawas refleja los graves problemas estructurales del sistema de justicia hondureña que, como lo señala la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), continúan debilitando las garantías de independencia e imparcialidad, contribuyendo de esta manera a configurar una situación de impunidad estructural, indicó Mesa de Seguimiento.
La Mesa de Seguimiento exteriorizó su “profunda preocupación por la falta de sanción en este crimen, ya que, por un lado, se ha demostrado que durante las décadas posteriores al asesinato de Kawas más de 120 personas han sido asesinadas en el país por enfrentarse a las empresas que acaparan la tierra y destruyen el medio ambiente”.
De acuerdo a un informe de Global Witness, Honduras se convirtió en el país per cápita más peligroso para las personas defensoras de derechos humanos y del medio ambiente.