Primicia Honduras Diario Digital 
Por: Juan Ferrera.
Cuidar los recursos naturales es prioridad
Los hondureños no debemos distraernos solo en un proceso electoral en marcha, descuidando aspectos prioritarios. Una situación que no debemos hacer a un lado es el trabajo para conservar los recursos naturales.
No olvidemos que cualquier país que busca desarrollarse se esfuerza por proteger lo que la naturaleza le provee, y de ese cuidado nos estamos olvidando.
El suelo, el bosque y el agua son elementos íntimamente ligados que debemos cuidar porque de ellos depende no solo la existencia humana, sino también la de los demás seres vivientes.
En el caso de Tegucigalpa, estamos creciendo en una forma desproporcionada, sin tomar en cuenta si tenemos el agua potable suficiente y el aire adecuado. Para cuidar los recursos naturales, el Estado tiene una enorme burocracia
improductiva, pero también hay que reconocer que el Instituto de Conservación Forestal algunas veces ha apoyado determinados proyectos impulsados por fundaciones y organismos no gubernamentales.
En el cuidado del ambiente se ve más el esfuerzo de unas pocas fundaciones y organizaciones no gubernamentales que la labor de las entidades del Estado que gozan de grandes presupuestos, pero carecen de una mística de trabajo.
Aunque vivimos en una de las zonas más vulnerables del mundo, y vemos que el cambio climático es un hecho real, los hondureños no nos inmutamos, parece que no tenemos conciencia de los riesgos, olvidamos rápido el impacto de los fenómenos naturales.
En 1998, después de que fuimos víctimas de los efectos del huracán Mitch, se trabajó en la reconstrucción del país, pero dejamos pendiente el desafío de la transformación. No aprendimos la lección sobre la urgencia de proteger el suelo, el bosque y el agua, elementos imprescindibles para nuestra subsistencia.
Por eso insisto en que el país necesita de liderazgos que puedan movilizarnos a las cosas prioritarias y transcendentes, por lo cual realizo un llamado para que no descuidemos nuestros bosques, porque en la medida en que los perdemos, perdemos las cuencas que nos abastecen de agua, lo cual está muy ligado a la salud de toda una población.
