Santa Lucia, es un encantador pueblo donde a cada paso te espera una sorpresa. Es considerada paraíso turístico donde los visitantes encuentran la excusa perfecta para alejarse de la vida en la ciudad.
Su gente, el ambiente, gastronomía y clima, convierten a Santa Lucia en un destino fuera de lo normal para disfrutar cualquier día.
El pueblo se encuentra ubicado a poca distancia de Tegucigalpa, exactamente a 13.5 kilómetros y a una altura de 1,684 metros sobre el nivel del mar.
Además cuenta con seis aldeas entre ellas: El Chimbo, El Edén, El Piliguín, Montaña Grande o de Los Lagos, Zarabanda.
Belleza
Uno de los mayores atractivos de esta comunidad es su fresco clima por su altura. Asimismo, la belleza natural: plantas ornamentales, bosques y una hermosa laguna.
Los visitantes pueden disfrutar de un paseo en canoa en la laguna para que pase momentos agradables con sus familiares, amistades o seres queridos.
En Santa Lucia existe una ruta del café, es decir, una excelente y variada carta de establecimientos que le ofrecen desde cálidas bebidas para pasar un día excelente.
Historia
El pueblo se conocía como Surcagua, que en lengua indígena significa “lugar que tiene ranas”.
Además el lugar fue uno de los 17 distritos mineros de Tegucigalpa que registra la historia. En 1580, en el cual se registró una cantidad de 200 minas. Sin embargo solo 30 ó 40 de ellas fueron explotadas.
La iglesia católica de Santa Lucía data del siglo XVII del período colonial y en su interior se encuentra la imagen del “Cristo crucificado”.
La imagen fue obsequiada el 15 de Enero de 1572 por el rey de España Felipe II al pueblo. Esto en retribución por las ganancias que la Corona Española obtenía de la actividad minera del lugar.